The International Council of Jewish Women expresses support for the struggle of the women’s organizations in Israel and stands united in opposition to the planned reform of Israel’s judicial system.

Version en español en la parte inferior. 

The proposed radical transformation of power between the branches of government will have direct dire consequences for Israeli women. After decades of consistent advancement, the so-called reform will revert established women’s rights and impact women’s social and individual status in a dramatically negative way.

The proposed amendments, and particularly the Override Clause; the elimination of judicial review in cases of patently unreasonable exercise of government power; and the grant of absolute control over the appointment of judges to the coalition, will eliminate all effective judicial checks on the legislative power of the governing majority. The proposals pave the way to uninhibited governmental action, which may occur in disregard of human rights and the public interest, and thus jeopardize the most fundamental democratic principles and processes.

The International Council of Jewish Women is deeply troubled by the existing coalition’s stated intentions and actions. Members of the ruling parties have been introducing a string of new bills, allowing for the discrimination, exclusion, and segregation of women. With the upcoming removal of any legal restrictions on governmental action, there will be no path to prevent the use of such power in a flawed, arbitrary, or biased manner.

It is unthinkable, yet rapidly materializing, that the Knesset will advance laws and practices that enact exclusion of women in the public sphere; reduce women’s mandated equal professional representation; grant wider authority to the rabbinic courts – an already oppressive institution toward women in its abidance by religious law; eliminate the protections of women from violence; legalize gender segregation; or legitimize discrimination in acceptance of services. All these violate existing legislation and court rulings since Israel’s early days, as well as Israel’s assumed international commitments aimed at protecting women’s equality and freedom.

Moreover, under the current government the representation of women in senior governmental positions has dropped substantially: there are only 9 female members in a coalition of 64; 6 female ministers, as compared to 28 male ministers; one female ministry director, as compared to 28 male directors; one woman in the Security Cabinet of Israel, and not one woman in the cabinet overseeing the work of the Israeli Security Agencies. The disappearance of women from all critical decision-making positions means that nearly all aspects of life in Israel are now shaped solely by men.

Israel’s Supreme Court has always been a champion for women through various groundbreaking rulings. Now that women have little influence on the government, and the court’s hands will be tied, who will protect the women of Israel?

(Image: Dumbo711/Flickr)

Los Derechos de la Mujer en Israel – Un gran retroceso

El Consejo Internacional de Mujeres Judías, organización que representa a la mujer judía en los cinco continentes, declara su apoyo a las organizaciones de mujeres en Israel en la lucha contra las reformas previstas en el sistema judicial del país.

Los cambios radicales entre los diferentes sistemas del gobierno tendrán consecuencias nefastas para la mujer israelí.   Después de décadas de constantes avances, esta reforma revertirá derechos ya adquiridos, e impactará en forma dramáticamente negativa en la condición social e individual de la mujer. 

Las modificaciones propuestas, especialmente la Cláusula de Anulación; eliminar la revisión judicial en casos del ejercicio no razonable del poder por parte del gobierno; y la concesión del control absoluto en el nombramiento de jueces, eliminará todos los efectivos controles judiciales sobre el poder legislativo de la mayoría gobernante. Las propuestas abren el camino para una acción gubernamental desinhibida, que puede no tener en cuenta los derechos humanos y el interés público, y por tanto poner en peligro los principios y procesos democráticos más fundamentales.

El partido gobernante presentó una serie de nuevos proyectos de ley que permiten la discriminación, la exclusión y la segregación de la mujer. Mediante la eliminación de cualquier restricción legal sobre la acción gubernamental, no habrá forma de evitar el uso de dicho poder de manera arbitraria o sesgada.

Es inconcebible que en el año 2023 la Knesset promueva leyes y prácticas que promulguen la exclusión de la mujer en la esfera pública; reduzca la equidad representativa obligatoria de la mujer; otorgue mayor autoridad a los tribunales rabínicos, una institución ya opresiva hacia la mujer en el cumplimiento de la ley religiosa; elimine la protección de la mujer contra la violencia; legalice la segregación de género; o legitime la discriminación en los servicios. Todo ello viola la legislación existente y los fallos judiciales desde la creación del Estado de Israel, así como los compromisos internacionales asumidos para a proteger la igualdad y la libertad de la mujer.

Preocupa aún más el reducido número de mujeres en el gobierno actual, sólo 9 mujeres en una coalición de 64 parlamentarios, 6 mujeres ministras (principalmente en áreas insignificantes), en comparación con 28 hombres ministros; una directora de ministerio femenina en comparación con 28 directores masculinos; una mujer en el Gabinete de Seguridad de Israel y ninguna mujer en el gabinete que supervisa el trabajo de la Agencia de Seguridad de Israel.

La falta de mujeres en todos los puestos importantes de la toma de decisiones implica que los hombres deciden sobre prácticamente todos los aspectos de la vida en Israel. A través de varios fallos innovadores la Corte Suprema siempre defendió a la mujer.    Ahora que la mujer tiene poca influencia en el gobierno, y las manos de la corte estarán atadas, ¿quién protegerá a las mujeres de Israel?